Gantz pidió al primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, líder del Likud, que concentre las negociaciones sobre la formación del gobierno en "lo que interesa a los ciudadanos israelíes y no solo en lo que le interesa a usted".
Esencialmente, Liberman exigía que Netanyahu cortara los lazos con los partidos con los que formó un bloque de cara a una posible coalición de gobierno: los partidos religiosos ultraortodoxos y de extrema derecha.
A Gantz le pidió que accediera a que Netanyahu sirviera como primer ministro en un acuerdo por el que los dos partidos, Azul y Blanco y el Likud, compartirían el poder.
Gantz señaló este 11 de noviembre que con el fin de avanzar hacia la unidad, "consideraremos ciertos compromisos siempre que se correlacionen con nuestra visión del mundo y sirvan al Estado de Israel".
"Queremos trabajar para un gobierno amplio, para expresar la voluntad de la mayoría", indicó Gantz, exjefe del Estado mayor del Ejército israelí.
Según él, Netanyahu "se niega a discutir los temas esenciales que afectan a los ciudadanos israelíes". Gantz lo instó a mantener "negociaciones directas, genuinas y honestas".
El plazo para que el líder de Azul y Blanco intente formar gobierno se acaba el próximo 20 de noviembre. Si fracasa, cualquier otro diputado podría intentarlo y, si tampoco lo consigue, Israel tendría que celebrar las terceras elecciones generales en menos de un año.