"Mi profunda convicción era que el camino hacia la soberanía política de las repúblicas, hacia su independencia económica, la preservación de su identidad y el desarrollo de la cultura estaba en la renovación de la Unión [Soviética], en su conversión en una federación democrática, real y efectiva en la que las repúblicas delegan parte de sus poderes", afirmó Gorbachov en Lo que está en juego: el futuro de la paz mundial —en traducción libre—, su nueva obra que pronto saldrá a la venta en Rusia.
"El liderazgo de la república más grande de la URSS —Rusia, encabezada por Boris Yeltsin— eligió el camino de la desintegración. La línea de ruptura de la nación prevaleció", apuntó Gorbachov.
Decenas de millones de personas pronto sintieron las graves consecuencias de esto, agregó el exlíder soviético.
"No debería sorprender a nadie que, según todas las encuestas de opinión, la mayoría de los rusos lamente el colapso de la Unión [Soviética] y considere que la década de los 90 fue el período más difícil de sus vidas", concluyó.
Disolución de la URSS
La URSS dejó de existir formalmente el 25 de diciembre de 1991, cuando Gorbachov comunicó al pueblo soviético que renunciaba a su cargo. Al anuncio lo precedió el Tratado de Belavezha, que los líderes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia firmaron el 8 de diciembre afirmando que, hasta el momento, formaban parte de la Unión Soviética. El acuerdo estableció la disolución de la URSS en 15 repúblicas independientes.