Las imágenes muestran cómo nueve unidades de este lanzallamas se colocan en unas trincheras especiales, desde donde solamente se ven sus lanzaderas. Cada una de ellas contiene 24 proyectiles termobáricos. Los TOS-1A son capaces de lanzarlos todos en seis segundos, aunque en el vídeo lo hacen con una cadencia más moderada.
Tras el lanzamiento las máquinas no tardan en retirarse de sus posiciones bajo el camuflaje de la cortina de humo y polvo que se crea por los chorros reactivos de sus proyectiles.
Cuando explotan, estos proyectiles termobáricos crean una bola de fuego que mide 10 metros de diámetro y quema el aire en un radio significativamente más amplio. Así, con una única ráfaga un TOS-1A puede incinerar un área de cuatro hectáreas.
Según destacó el servicio de prensa del Ministerio de Defensa de Rusia, esta fue la primera vez que los Solntsepiok efectuan un lanzamiento masivo de sus proyectiles contra un posible enemigo. Estas máquinas tienen una potencia de fuego abrumadora, puesto que, aparte de la propia explosión, causan un daño muy grave por el vacío que crean, la onda expansiva y la metralla.
Probablemente esta es la razón por la cual el medio estadounidense The National Interest afirmó que el TOS-1 es el arma más mortífera de Rusia en la guerra urbana.