El TIAR contempla opciones que incluyen negociaciones diplomáticas, ruptura de relaciones diplomáticas, suspensión de acuerdos económicos y de transporte, cancelación de comunicaciones radioeléctricas y radiofónicas, e incluso la intervención militar.
Venezuela abandonó el TIAR en 2013, cuando el entonces presidente, Hugo Chávez, alertó qué podría ser utilizado en cualquier momento para justificar una acción militar contra el país.