El exministro del Brexit, David Davis, reclama incluir los 39.000 millones de libras (unos 42 millones de euros al cambio actual) de la factura acordada del divorcio en los puntos de la negociación entre la nueva administración "tory" y la UE.
"Yo argumentaría sobre el dinero, abogaría por controles más estrictos del ECJ, tendría una pequeña lista de la compra", expone el extitular de la Salida de la UE en el podcast semanal de The Daily Telegraph.
Johnson ha limitado su posición ante la UE a la abolición del protocolo irlandés, que contempla extender a Irlanda del Norte las reglas del mercado único y dejar a todo el Reino Unido dentro de la unión aduanera comunitaria.
Esta salvaguarda solo entraría en vigor si ambas partes no logran alcanzar un acuerdo comercial para cuando expire la transición del Brexit acordada en el pacto original de 2018.
El Gobierno tiene una mayoría parlamentaria de un escaño, con el sostén de los unionistas norirlandeses, y no puede perder apoyos en las filas euroescépticas.
"Durante muchos años nos gobernarán los otros 27 estados miembros bajo el actual borrador del Acuerdo de retirada…, incluso eliminando la salvaguarda irlandesa", reprochó el veterano y recalcitrante anti-EU, sir Bill Cash.
La Cámara Baja rechazó en tres ocasiones ese pacto, que fue negociado por la anterior primera ministra, Theresa May, y aprobado por el Consejo Europeo en noviembre de 2018.
Mientras, el laborista Jeremy Corbyn ha convocado una reunión con líderes en Westminster de otros partidos de la oposición y parlamentarios europeístas conservadores e independientes para intentar coordinar una estrategia de choque contra un Brexit abrupto.
Johnson ha reiterado que Reino Unido debe abandonar la UE con o sin acuerdo el 31 de octubre.