La cerveza con el mensaje polémico además tiene el dibujo de una mano haciendo una peineta. La oleada de indignación no se ha hecho esperar. Las críticas han arreciado no solo por parte de los ciudadanos, sino también de los políticos españoles.
"La consellera debería saber que como miembro del Govern de Cataluña hay gestos impropios si de verdad pretende representarnos a todos. Retratarse con una cerveza llamada 'Fuck Spain' expresa, entre otras cosas, una falta preocupante de sentido institucional", dice Ramon Espadaler, diputado del Partido de los Socialistas de Cataluña.