La reina insiste en que el príncipe Harry y su esposa durante su visita al Castillo de Balmoral — residencia de los monarcas en Escocia— sigan un código de vestimenta.
Markle tendrá que renunciar no solo a sus vaqueros favoritos, sino también a los zapatos de cuña.
"La reina no es fan de los jeans, así que los vaqueros estilo boyfriend y rasgados se quedarán en Frogmore Cottage —la mansión donde residen Meghan Markle, el príncipe Harry y su hijo— junto con los zapatos de cuña odiados por su Majestad", informó la fuente del diario.