La víspera la Cancillería china denunció influencia de diplomáticos de EEUU en las revueltas y expresó su protesta al Consulado del país norteamericano en Hong Kong, pero Ortagus aseguró que "divulgar la información personal de los diplomáticos estadounidenses, sus fotos y los nombres de sus hijos no es una protesta oficial", sino algo que hacen los regímenes "bandidos".
"La portavoz del Departamento de Estado debería, ante todo, revalorar sus declaraciones y acciones, en lugar de divulgar noticias de los medios y bajo ese pretexto presentar acusaciones contra los Gobiernos de otros países, debería dejar de hacer pasar gato por liebre, de traspasar la culpa a otros en un vano intento de tapar hechos que muestran la injerencia de EEUU en Hong Kong", dijo Hua.
La diplomática china resaltó que la injerencia constante de Washington en los asuntos internos de Hong Kong provoca un gran rechazo en la población china, en particular, en los habitantes del territorio en cuestión.
Hua llamó nuevamente a Washington a respetar el derecho internacional y los principios básicos de las relaciones entre los países y a "dejar de meter su hocico" en los asuntos internos de Hong Kong y de China en general.
Quienes impugnan la normativa temen que daría luz verde a la entrega a Pekín de disidentes políticos y funcionarios corruptos.
El 15 de junio el Gobierno de Hong Kong suspendió el controvertido proyecto de ley, pero se negó a revocar por completo las enmiendas correspondientes, por lo que las protestas continuaron.
Según la policía, los manifestantes radicales son cada vez más agresivos, cometen actos de vandalismo, provocan incendios, atacan a policías.