"Alrededor de 200 agentes de policía volvieron a intentar asaltar el edificio, están utilizando granadas aturdidoras", dijo la fuente.
Añadió que Atambáev todavía sigue en su residencia con sus guardaespaldas y partidarios.
El interlocutor de la agencia reveló que también vienen para acudir en ayuda del exlíder kirguís sus partidarios, que se habían reunido en una manifestación en Biskek.
"No habrá manifestación, los manifestantes vienen aquí, donde más necesitamos su ayuda", dijo el representante del equipo de Atambáev.
La Fiscalía General de Kirguistán anunció el 8 de agosto la apertura de una investigación penal por presuntos delitos de desórdenes públicos, vandalismo, asesinato, homicidio en grado de tentativa, amenaza o violencia contra autoridad y toma de rehenes.
También el 8 de agosto el presidente actual, Sooronbái Zheenbékov, aseguró que Atambáev será imputado por delitos graves.
El pasado 20 de junio, el Parlamento kirguís entregó a la fiscalía un pliego de acusaciones contra el expresidente Almazbek Atambáev (2011-2017), entre ellas implicación en varias tramas de corrupción y blanqueo, reordenación ilícita de terrenos y asistencia a la excarcelación ilegal de un capo criminal.
De ser declarado culpable, el expresidente, de 62 años, podría pasar el resto de su vida entre rejas.
Atambáev atribuye las acusaciones a motivos políticos, insiste en que es inocente y se declara dispuesto a rendir cuentas de su gestión, pero hasta la fecha rehusó comparecer ante los jueces instructores que le citaron reiteradamente para prestar declaración.
Las leyes en vigor permiten, en este caso, llevarle por la fuerza al interrogatorio.