"La ley mexicana dice que este acto es un acto de terrorismo, la Fiscalía General ya investiga e integra la carpeta de investigación y será la primera investigación en importancia sobre terrorismo en territorio de EEUU", dijo el jefe de la diplomacia mexicana en un vídeo difundido por su oficina.
Ebrard hizo la declaración luego de visitar a seis de sus compatriotas heridos, sobrevivientes del tiroteo masivo en el que murieron ocho mexicanos y 14 estadounidenses, perpetrado en un supermercado Wall-Mart el 3 de agosto por una atacante que fue detenido.
De acuerdo con las leyes mexicanas y el derecho internacional, "México puede participar, no solo en la representación de las víctimas sino que de acuerdo a su Ley y Código Penal este es un acto de terrorismo", dijo Ebrard en una declaración ante periodistas en la que no permitió preguntas.
Si la fiscalía mexicana lo considera, la administración del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador contempla "la petición o solicitud de extradición", para juzgar al perpetrador de la masacre.
"Definitivamente vamos a presentar un caso de la venta y de distribución de armas, como el arma de asalto que cegó la vida de ocho mexicanos y hasta ahora 14 estadounidenses", detalló el secretario de Relaciones Exteriores.
Las autoridades mexicanas escucharon "con cuidado" la declaración del presidente de EEUU, Donald Trump, hecha sobre esos hechos.
"Reconocemos que en esta declaración aparezcan el racismo y la supremacía blanca como problemas serios en EEUU", comentó el canciller.
Las autoridades del país latinoamericano también suscriben la declaración del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterrez, de "condenar y convocar a trabajar contra el racismo y cualquier forma de discriminación en el mundo".
El canciller mexicano visitó dos centros médicos de Texas en los que están hospitalizados los seis mexicanos sobrevivientes, con "distintos grados de gravedad", a quienes expresó "un mensaje de solidaridad" del pueblo mexicano y de otros países.
México pidió apoyo al alcalde de El Paso y autoridades judiciales para que entreguen los cuerpos de las personas mexicanas fallecidas los antes posible.
El supuesto autor del ataque, Patrick Crusius, recorrió unos 1.000 kilómetros, desde Dallas hasta El Paso, en la frontera de EEUU con México, para contener a balazos lo que calificó en un manifiesto publicado en Internet como una "invasión hispana".