El segundo aterrizaje de la sonda nipona sobre el asteroide Ryugu tuvo lugar el 12 de julio.
Previamente, la sonda había causado una explosión para crear un cráter de 10 metros de diámetro y tener así la posibilidad de recolectar muestras que estaban a una mayor profundidad.
La cámara instalada en la nave muestra el momento preciso en que colisiona con Ryugu para luego regresar a su órbita con la preciada muestra.
Las fotografías tomadas en el momento del aterrizaje indican que la sonda japonesa había cumplido plenamente con su tarea y había capturado grandes cantidades de materia de asteroides durante el despegue desde su superficie.
Los científicos esperaban que hubiera logrado capturar varias decenas de gramos de materia primaria del sistema solar, arrojada desde las profundidades de Ryugu después de la formación de un cráter artificial en su superficie.
Después de que la sonda complete el estudio del asteroide desde la órbita, comenzará a prepararse para regresar a la Tierra. Según los planes actuales de los científicos nipones, comenzará su regreso en diciembre de 2019 y volverá a la Tierra en los últimos meses de 2020.
El asteroide Ryugu tiene menos de un kilómetro de ancho y su densidad es tal que su atracción gravitatoria es 60.000 veces menor que en la Tierra.