En concreto, se realizarán paros parciales entre las 12.00 y las 16.00 horas y las 20.00 y las 24.00 horas los días 31 de julio, 14 y 30 de agosto y 1 de septiembre.
El Ministerio de Fomento fijó unos servicios mínimos que oscilan entre el 50 y el 75% de servicio para los trenes de pasajeros y del 25% respecto a los trenes de mercancías.
El sindicato convocante de los paros, la CGT (Confederación General de Trabajadores) calificó como "desmedidos" los servicios mínimos establecidos por el Ministerio de Fomento.
Con la huelga, los trabajadores de Renfe buscan un aumento de las tasas de reposición, lo que a su entender se traduciría en un mejor servicio para la ciudadanía, mejoraría las condiciones de la plantilla y, además, serviría para evitar la externalización de servicios.
En un comunicado emitido para informar de los motivos de la huelga, la CGT mantiene que "la falta de personal" y las "insuficientes" tasas de reposición generan "extensas carencias" que impiden "mantener unos servicios de calidad".
"A diario vemos como se suprimen trenes por falta de personal, como las averías se encadenan una tras otra por falta de un mantenimiento correcto", señala el comunicado, en el que también se denuncia que la actual situación impide a los trabajadores disfrutar con una conciliación familiar de acuerdo con lo previsto por la ley.
De forma habitual, Renfe opera alrededor de 4.000 trenes diariamente en España.