"Estamos muy preocupados por la naturaleza de estas acciones de la Guardia Nacional que parecen tener el objetivo de intimidar o cuestionar el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil, incluidos los refugios para migrantes", dice un posicionamiento conjunto.
Las cuatro organizaciones deploraron "cualquier tipo de intimidación o acoso por parte de miembros de la Guardia Nacional mexicana contra organizaciones de la sociedad civil, incluyendo refugios para migrantes".
La nueva corporación integrada sobre todo por militares ha sido desplegada para controlar las actividades migratorias en todo México, con 6.000 en la frontera sur y 15.000 en el norte.
"Las fuerzas de seguridad deben rendir cuentas por la intimidación o las amenazas contra las organizaciones de la sociedad civil, así como por los casos de uso excesivo de la fuerza y las violaciones a los derechos humanos", dicen las organizaciones.
El cuestionamiento exige al Gobierno aclarar el papel de la nueva corporación en las actividades migratorias y rechazaron "cualquier actividad que sirva para criminalizar a los defensores de derechos humanos".
Además de pedir respeto a la libertad de movimiento y al derecho a buscar protección internacional en ambos países, exigieron al Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador "abstenerse de celebrar un acuerdo de tercer país seguro con los EEUU que pondría en peligro la seguridad y el bienestar de los solicitantes de asilo".
La participación de la nueva corporación revela "un cambio profundamente preocupante en la dirección de la política migratoria mexicana como resultado de la presión de EEUU".
En tanto, el Gobierno de México anunció que habilitará dos nuevos albergues para acoger a migrantes en la fronteriza ciudad de Tijuana y Juárez, con capacidad para 4.000 personas cada uno, ante la saturación de los refugios donde miles de personas deben esperar por meses respuesta a sus solicitudes de asilo en EEUU.