"Nos estamos convirtiendo en uno de los pocos países que tienen los últimos sistemas de defensa aérea; el objetivo es producirlos junto con Rusia, y lo haremos", dijo Erdogan en un evento dedicado al tercer aniversario del intento de golpe de Estado en Turquía.
El Ministerio de Defensa de Turquía anunció el 12 de julio que los suministros de S-400 estaban siendo entregados al país.
Turquía firmó en 2017 un contrato con Rusia para adquirir estos sistemas por los que ha pagado unos 2.500 millones de dólares.
Estados Unidos se opuso a la transacción y exigió al Gobierno turco que rescinda el contrato y compre en su lugar los misiles estadounidenses Patriot.
El S-400 (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.
Con un alcance de hasta 400 kilómetros, el sistema ruso puede abatir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros.