"Peligrosos hallazgos en el territorio de la reserva", dice el mensaje de la organización, acompañado por la foto de uno de estos objetos: un camión ZIL volcado.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, había ordenado previamente al Gobierno que tomara medidas en un plazo de tres meses para desarrollar el potencial turístico en la zona que hasta ahora permanecía restringida para el público.
Deben aprobarse planes para trasladar a los visitantes, organizar rutas con la infraestructura necesaria y establecer caminos para visitar Chernóbil por vías fluviales. Al mismo tiempo, el país debe "promover el conocimiento sobre la nueva 'área segura' de Chernóbil en el mercado turístico internacional". El decreto también anuncia medidas de seguridad que deben cumplirse cuando los turistas visiten la zona de exclusión.
Zelenski opina que estas reformas "serán el comienzo de la transformación de la Zona de Exclusión en uno de los puntos de crecimiento de la nueva Ucrania".
Por otra parte, el Servicio Federal de Supervisión Ambiental, Tecnológica y Nuclear (Rostekhnadzor, por sus siglas en ruso) considera que la idea de abrir la zona de exclusión para el turismo de masas es un riesgo. Según el director de la institución, Alexandr Jamaz, la presencia prolongada e incontrolada de turistas alrededor de la central nuclear de Chernóbil puede conducir a una exposición a radiación varias veces superior al valor permitido por las normas internacionales de seguridad.