La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir tres porciones de lácteos por día, lo que equivale aproximadamente a una taza de leche, un yogur y 30 gramos de queso compacto. Sin embargo, de acuerdo a la encuesta, solamente el 33% de los argentinos conoce esta recomendación.
Además, los resultados indicaron que el 86% de los habitantes consume menos lácteos que los indicado por las guías alimentarias. El nivel de consumo más bajo se observó entre los jóvenes de 18 a 24 años y el más alto entre los mayores de 65 años.
"Hay mucha información equivocada acerca de lo que puede llegar a producir el consumo de lácteos. En algunos medios se ha librado una guerra contra la leche", señaló la nutricionista Silvina Tasat, miembro de la Sociedad Argentina de Nutrición.
Indicó que los lácteos previenen enfermedades crónicas no transmisibles como la obesidad, la diabetes y la hipertensión. Además, el calcio es fundamental para tener huesos, dientes y músculos sanos, por lo que su consumo es vital en todas las etapas de la vida.
"Hasta los 25 años es fundamental ingerirlos porque las personas están formando el calcio que los va a proteger en la edad adulta contra la osteoporosis. Pero luego hay que continuar consumiéndolos porque a partir de los 40 años comienza un proceso llamado sarcopenia, que es la pérdida de fuerza muscular", agregó.
Por último remarcó que no existen leches vegetales sino bebidas vegetales y que, a pesar de no ser equiparables con la de vaca, si están enriquecidas con calcio son mejores.
Además mencionó a las leches deslactosadas como alternativa para quienes son intolerantes a la lactosa.