El ministro de Relaciones Exteriores británico, Jeremy Hunt, hizo una declaración con motivo del 22 aniversario del paso de Hong Kong bajo la jurisdicción de la RPCh, en la que subrayó que es obligatorio que Hong Kong goce de una amplia autonomía y que se garanticen en plena medida los derechos y las libertades de sus habitantes, conforme a la declaración chino-británica firmada hace 22 años.
"China en más de una ocasión advirtió a la parte británica contra los comentarios inadmisibles que hace, pero el Reino Unido despreció la posición china y siguió haciendo declaraciones irresponsables sobre los asuntos de Hong Kong, inmiscuyéndose burdamente con eso en los asuntos internos de la RPCh", señaló Geng Shuang.
Hong Kong es una región administrativa especial de China y ningún país, organización o persona tiene el derecho a inmiscuirse en sus asuntos, recordó el diplomático y advirtió que China defenderá decididamente la estabilidad y la prosperidad de Hong Kong y no permitirá ninguna injerencia foránea.
"Pekín insta a Londres a que sopese las consecuencias de su proceder erróneo y de las declaraciones y deje de inmiscuirse en los asuntos de Hong Kong y China en cualquier forma", declaró.
El 1 de julio se celebraron en Hong Kong dos manifestaciones, una con motivo del 22 aniversario de traspaso de Hong Kong a la RPCh, que reunió casi 550.000 personas y se desarrolló en un ambiente tranquilo.
La policía tuvo que utilizar gases y porras para dispersar a los manifestantes, que habían bloqueado varias calles de Hong Kong.
A principios de junio, más de un millón de personas se lanzaron a las calles de Hong Kong para oponerse al polémico proyecto de ley de extradición que permitiría a Hong Kong entregar a prófugos a los territorios con los que no tiene acuerdos formales de extradición, como Taiwán, Macao y la China Continental.
El 15 de junio el Gobierno suspendió el controvertido proyecto de ley, pero se negó a revocar por completo las enmiendas correspondientes.