"Es una grave amenaza para la libertad de prensa, que es esencial si queremos mantener una democracia y esta [libertad de prensa] es la base de la democracia que está en riesgo en este momento, y sorprende que la prensa de EEUU se mantenga dócil y silenciosa", dijo Stein.
La política advirtió que el caso de Assange supone un gran riesgo para los medios de comunicación estadounidenses ya que "Assange podría enfrentarse a cadena perpetua o a la pena de muerte (... ) de hecho por la labor que realizan los editores y periodistas, criticando la política exterior de los Estados Unidos y, en particular, publicando documentos de seguridad no publicados antes".
Stein precisó que será la gente la que sufrirá el mayor daño si no se publican documentos que les informen sobre la actividad de los gobiernos de sus países.
El caso de Assange, según Stein, se burla de la democracia y tiene un efecto negativo en los sistemas de justicia de EEUU, el Reino Unido, Suecia y Ecuador.
Assange vivió siete años en una pequeña habitación de la embajada ecuatoriana en Londres, donde se refugió para no ser detenido por la policía británica, que buscaba cumplir una orden de extradición a Suecia, cuya justicia lo acusaba de delitos sexuales.
El australiano cumple ahora una pena de 50 semanas por burlar en 2012 su orden de arresto y espera el juicio de extradición a EEUU.
Para febrero de 2020 está prevista la audiencia sobre la extradición de Assange a EEUU.
A finales de mayo, el relator especial de la ONU sobre la tortura, Nils Melzer, instó a cesar la "persecución colectiva" al fundador de WikiLeaks, alegando que sufre una continua campaña de acoso desde 2010 y presenta síntomas de exposición prolongada a la tortura psicológica.