El menú incluía flan de maíz con jalea de cangrejo y hojas de shiso, consomé de águila y berenjena con salsa de soya, demonio marino frito sazonado con un surtido de cítricos y verduras en salsa de soya. Como plato principal se sirvió carne de vaca envuelta en hojas de bambú con salsas típicas y arroz. De postre degustaron duraznos blancos, barquillas japonesas y té de sakura.
No todos los líderes prefirieron este trago para brindar. Así, Donald Trump escogió vino tinto, mientras que Vládimir Putin fue visto con una taza termo.
Los rumores sobre los gustos de bebidas del presidente de Rusia fueron resueltos por su portavoz. Dimitri Peskov aclaró que Putin suele tomar té de esta taza termo que lleva consigo, para que el té permanezca más tiempo caliente.
El ambiente de la cena se percibía como muy amigable. Los corresponsales de Sputnik grabaron a Putin conversando con la canciller alemana Ángela Merkel y tambos políticos se reían.