"Nuestro punto de partida fue la ciudad, cómo llevar la ciudad hasta el Prado y cómo abrir el Prado a la ciudad", señaló el galardonado creador.
Foster hizo la presentación en la sala de conferencias de Burlington House, sede de la Real Academia de las Artes y foco de su primera intervención en un edificio histórico, con la restauración de las galerías Sackler en 1991.
Esta vez ha colaborado con el estudio madrileño Rubio Arquitectura en el concurso internacional del Prado, que se falló en su favor el año pasado.
El anterior Gobierno español se comprometió a financiar el 75% del costo de la fase final del bautizado Campus del Prado, con un presupuesto inicial de 30 millones de euros.
"Comenzaremos las obras en cuanto se aprueben los Presupuestos del Estado; esperamos que pueda ser el año próximo porque no es un asunto controvertido", agregó Falomir.
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En su charla en la Academia Real británica, Foster destacó dos "cuestiones" esenciales en la remodelación de un edificio público: la investigación histórica y las nuevas rutas de circulación de los visitantes.
"Yendo al pasado se desvelan las huellas del futuro", señaló el arquitecto de la reconversión del Reichstag o Parlamento alemán, en Berlín.
El director de la pinacoteca española, que inició en el otoño los festejos del bicentenario de su fundación, calcula que las obras de remodelación del Salón de Reinos y la urbanización de su entorno se extenderán por cuatro años.