Según explica la columnista de la versión rusa de Sputnik Irina Alksnis, las noticias sobre esta entrega acapararon la atención de los medios de comunicación, cuando en realidad lo que está vendiendo Rusia es soberanía.
Los S-400 de la discordia
Entre ellos está el medio estadounidense CNBC, que, citando a una fuente interna, afirma que Washington le declaró un ultimátum a Ankara dándole dos semanas para renunciar a la compra de los sistemas de defensa aérea rusos.
En cuanto a las declaraciones oficiales, Washington lanzó el 23 de mayo otra amenaza, advirtiendo de que habrá "consecuencias muy graves" en el caso de que la adquisición de los S-400 tenga lugar.
Al mismo tiempo, el comandante supremo aliado en Europa para la OTAN, el general estadounidense Tod Wolters, dijo que EEUU sigue buscando una solución para el problema para mantener las relaciones con Ankara "a un nivel digno de un aliado importante".
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En el contexto de la presión ejercida por EEUU, Ankara está mostrando un nivel de tenacidad impresionante, destaca la columnista. Así, en múltiples ocasiones, sus altos cargos insistieron en que Turquía comprara los sistemas S-400.
Soberanía: la nueva moneda de cambio
Mientras tanto, la única reacción por parte de Rusia a las tensiones vividas entre Turquía y EEUU se ha visto en la declaración de la presidenta del Consejo de la Federación (Senado ruso), Valentina Matvienko.
Además, subrayó que "se han comprometido y ahora no pueden ceder ante la presión de nadie y comportarse de una manera irresponsable". Por su parte, la columnista opina que el mayor problema de Occidente es la falta de entendimiento de las acciones de Rusia.
Las situaciones con la participación del país euroasiático se complicaron en exceso, cuando en realidad eran muy simples y directas.
"Es allí donde surgen los mitos sobre la astuta y poderosa Rusia que logra tirar por tierra todos los planes de Occidente y llega a entrometerse en sus asuntos internos", destacó Alksnis.
La columnista rusa explica que las declaraciones de Matvienko son una narrativa abierta sobre los principales instrumentos utilizados por Rusia en la arena internacional: el reclamo de la soberanía e intereses nacionales, no solo rusos, sino de cualquier país.
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Alksins señala que Rusia está ofreciendo una alternativa a la política exterior de EEUU que se basa en la siguiente premisa: "Lo que está bien para EEUU también lo está para el resto del mundo. El mundo debe vivir de acuerdo a los intereses y objetivos de EEUU".
Así, en un mundo que ya se cansó de tres décadas de la total hegemonía de EEUU, que cada vez se hace menos y menos responsable, la 'propuesta' de Rusia tiene demanda.
La lista de países que ven a Rusia como una "vendedora de soberanía" se va extendiendo, y no importa si eso se hace con los sistemas de defensa aérea S-400 o el gasoducto Nord-Stream 2.
Cuando las amenazas ya no asustan
La columnista señala que en los últimos meses EEUU no ha logrado ofrecer a Turquía más que amenazas y exigencias de seguir sus órdenes, pero en un mundo donde Rusia está ganando fuerza, estas amenazas ya no funcionan.
De momento, el contrato de suministro de los S-400 no está formalmente finalizado. Aún es temprano para sacar conclusiones definitivas.
Pero una cosa es cierta: EEUU sufrirá más derrotas si no llega a entender lo que está ocurriendo, concluye Alksnis.
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