Desde entonces la información oficial es escasa. La publicación especializada Bloomberg anunció que Intel, principal proveedor de chips para Huawei, Qualcomm que proporciona procesadores y módems, Xilinx y otras, dejarían de comerciar inmediatamente con la compañía china. Esto afectaría seriamente su provisión de hardware.
Pero las noticias son peores en lo que respecta al software. Según fuentes de Reuters, Google ya suspendió nuevos negocios con Huawei en todo lo que requiera transferencia de hardware y software, a excepción de los productos cubiertos por licencias de código abierto. Android, proveedor del sistema operativo también hizo lo propio.
De acuerdo a anuncios preliminares, los clientes de Huawei a nivel mundial podrían seguir descargando aplicaciones pero no accederán a las actualizaciones del sistema. En diálogo con Sputnik el doctor Carlos Aquino, especialista en economía asiática, dijo que la respuesta por parte de China es ineludible pero los escenarios posibles son varios.
A criterio del experto, el menos eficaz sería una ofensiva arancelaria, porque el país asiático vende mucho a Estados Unidos pero compra poco, por lo que no tiene una gran base de mercadería a la que imponer gravámenes.
"China vende 500.000 millones de dólares al año a EEUU, pero este solo le vende 120.000 millones", apuntó.
Una opción más violenta, pero con daños colaterales, sería la venta del billón de dólares de bonos del Tesoro Estadounidense que posee Pekín. Alternativa que, según el economista, bajaría el precio del dólar, pero también dejaría una China "perjudicada por la baja del valor de sus activos".
En cambio, algo más redituable sería enfocarse en la prohibición o limitación de empresas estadounidenses en su territorio, o incluso en "la devaluación de la moneda para aumentar la competitividad de sus productos nacionales".
Así lo insinuó el presidente chino Xi Jinping en una visita improvisada este lunes 20 a una instalación de procesamiento de tierras y minerales. Acto que fue leído internacionalmente como un guiño a lo que podría suceder en las próximas horas.
"China es uno de los mayores productores de 'tierras raras' en el mundo. Estos son materiales que se usan en muchas baterías de litio y productos de alta tecnología, y China produce el 70% del suministro a nivel mundial", detalló Aquino.
Estados Unidos importa 80% de sus requerimientos de estos materiales de su rival asiático, lo que podría en jaque a su industria en caso de concretarse una represalia en este orden.