"Estoy convencido de que vamos a gobernar juntos", dijo Iglesias este lunes en un desayuno informativo en Madrid.
Pese a posponer las negociaciones, Iglesias se mostró convencido de que la fragmentación en los resultados de las últimas elecciones generales lleva a que "en España se acabaron los gobiernos monocolores", algo que choca con la intención del PSOE de gobernar en solitario.
A su modo de ver, ahora se abre una época en que "los acuerdos en torno a bloques programáticos" determinarán la formación del Ejecutivo.
En ese sentido, abogó por un pacto entre formaciones de izquierda para convertir a España en un "punto de referencia" dentro de la UE en lo referente a la protección del estado del bienestar y los derechos sociales.
En las elecciones del 28 de abril el PSOE de Sánchez consiguió 123 escaños de los 350 que componen el Congreso de los Diputados, lo que no le permite llegar por sí mismo a la mayoría necesaria para investir a un candidato, pero le deja como única opción viable para alcanzar el Gobierno mediante pactos con otras formaciones.
Para investir a un candidato a la presidencia del Gobierno en España se necesita el apoyo de la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados (al menos 176 escaños) o el apoyo de una mayoría simple en una votación de segunda ronda.
En base a los resultados electorales, Pedro Sánchez dispone de dos vías para ser investido: o un pacto con formaciones de izquierda que incluya a formaciones independentistas o un pacto con la formación liberal Ciudadanos.
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Sin embargo, Ciudadanos ya anunció su rechazo a la posibilidad de un pacto con Sánchez, lo que aparentemente deja la vía del pacto con Unidas Podemos y los independentistas como el único camino viable para la investidura.