De hecho, el acto central de las celebraciones del Día de la Victoria, el tradicional desfile militar en el mismo corazón de Moscú, comienza siempre con un minuto de silencio. Sirve para recordar a los alrededor de 27 millones de ciudadanos soviéticos que perecieron en aquellos tiempos duros. Son soldados caídos en los campos de batalla o en cautiverio, además de víctimas civiles, entre ellas un sinnúmero de mujeres y niños.
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Al inaugurar el desfile militar en la Plaza Roja, Vladímir Putin subrayó que el Día de la Victoria representa para el pueblo ruso un motivo de "orgullo" y, a la vez, de "dolor", además de "un agradecimiento infinito" a quienes "derrotaron al fascismo".
El mandatario ruso repudió el que en algunos países se tergiverse la verdad histórica, llegándose a los extremos de dar por héroes a quienes, "olvidando su honor y dignidad humana, colaboraban con los nazis".
Asimismo, Vladímir Putin llamó a no olvidar las lecciones de la Segunda Guerra Mundial, las cuales tienen mucha "actualidad". Dijo en este contexto que Rusia "ha hecho y seguirá haciendo todo lo necesario" para asegurar una alta capacidad combativa de sus Fuerzas Armadas y para que el potencial defensivo del país sea del más alto nivel.
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Además, reiteró la disposición de Moscú de cooperar con "todos aquellos que realmente están dispuestos a hacer frente al terrorismo, neonazismo y extremismo".
"Una resistencia colectiva a los portadores de las ideas mortíferas vuelve a obtener la importancia primordial. Llamamos a todos los países a tomar conciencia de que tenemos la responsabilidad común de crear un sistema de seguridad eficaz e igual para todos", señaló.
El desfile militar del Día de la Victoria en Moscú suele agitar a la prensa dominante, llegándose a acusar a Rusia de blandir sus armas y hasta amenazar a Occidente. Previéndolo, Vladímir Putin subrayó en su discurso que el único objetivo de esa tradición es rendir homenaje a los soldados vencedores de la Segunda Guerra Mundial.
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Quienes afirman lo contrario "confunden y engañan a los pueblos", dijo a Radio Sputnik, el académico nicaragüense Manuel Espinoza, al subrayar que las armas rusas sirven exclusivamente "para mantener la paz" y para "impedirles a los guerreristas lanzarse en aventuras".
"Me parece que hoy día Rusia está desempeñando el mismo papel defensor, liberador de esas agresiones imperialistas que suceden ahora en nuestro siglo. Y por eso nosotros tomamos como propia la fiesta del 9 de mayo del Día de la Victoria, porque estamos seguros de que con Rusia la paz está asegurada siempre", señaló.
El desfile en la Plaza Roja lo presenció la brasileña Laís Oliveira, corresponsal de Sputnik, quien testimonió un ambiente que no tiene nada que ver con el militarismo, tratándose de una fiesta "muy familiar" donde se recuerda a todos quienes contribuyeron a la victoria.
El joven ruso Alexandr caminó por la Plaza Roja con una foto de su abuelo quien "participó en todas las etapas de la Gran Guerra Patria".
"Yo quiero a mi abuelo, es un héroe real", exclamó en un audiomensaje dirigido a Radio Sputnik.
Marcio Palacios Aragón hasta vino a Rusia desde Guatemala para participar en la marcha del Regimiento Inmortal en Moscú, un gesto dirigido a decir "no al fascismo, no a esa ideología de discriminación, de racismo, de exclusión, de exterminio y genocidio".
Según el historiador español Daniel Trujillo Sanz, quienes tratan de restar la importancia del aporte ruso persiguen objetivos bien concretos.
"En el fondo el objetivo final sería revertir o modificar de manera artificial los resultados de la Segunda Guerra Mundial que condujeron al orden que se estableció en su momento", aseveró.
Agregó que "el aporte de la Unión Soviética es absolutamente primordial, es esencial", algo que "respaldan todos los datos, todos los hechos".
Los grandiosos fuegos artificiales a lo largo y ancho de la inmensa Rusia pusieron el punto final a los actos con la ocasión del Día de la Victoria, la principal fiesta nacional de un país que pagó un incalculable precio para acabar con el nacismo y que guarda las lecciones del pasado.