"Podemos confirmar que el gato de Assange está a salvo. Assange pidió a sus abogados que lo salvaran de las amenazas de la Embajada a mediados de octubre [de 2018]. Estarán juntos nuevamente en libertad", prometen desde WikiLeaks.
Assange mostró a su gato en mayo de 2016. El animal se hizo popular en las redes sociales y tiene su propia cuenta de Twitter.
A mediados de octubre de 2018, los diplomáticos ecuatorianos habían establecido reglas de conducta especiales para Assange. En particular, la Embajada obligaba a Assange a alimentar a su mascota y a limpiar su hogar. En caso de no hacerlo, los funcionarios amenazaban con trasladar al animal a un refugio.
En noviembre, la editora Hannah Jonasson, cercana a Assange, afirmó que Assange tuvo que abandonar el animal y que les pidió a sus abogados que lo entregaran a un lugar seguro. Según la información preliminar, el felino está con la familia del fundador de WikiLeaks.