Defensa

El Reino Unido está preocupado con la nueva arma rusa que hace vomitar a los enemigos

El medio británico The Times calificó de amenaza la parada de la fragata rusa Almirante Gorshkov cerca de la costa escocesa, especialmente su nueva arma que "hace vomitar a los enemigos".
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Así, en el artículo titulado 'Juegos militares rusos en aguas escocesas' se habla de que los ejercicios militares que el buque ruso llevó a cabo cerca de la única base aérea de Escocia son una provocación.

Un destructor británico acompaña a un grupo naval ruso en el canal de la Mancha
Para 'vigilar' al Almirante Gorshkov se envió el destructor británico Defender. Richard Hewitt, el capitán del navío, dijo que eso se hace para "convencerse de que se cumplen todos los protocolos" en el área de intereses nacionales del Reino Unido.

Por su parte, el portavoz del Partido Nacional Escocés en asuntos de defensa, Stewart McDonald, dijo que los ejercicios rusos en las aguas cercanas al Reino Unido son una provocación.

"La vigilancia del buque de guerra ruso de la nueva clase la explican porque los tiempos en los que las amenazas rusas se tomaban como una bromason cosa del pasado ", dijo el político.

Fragatas rusas reciben un nuevo dispositivo que hace alucinar al enemigo... literalmente
Sin embargo, una fuente informada de la Armada británica dijo al medio que los buques rusos entraron en el fiordo Moray para esperar a que se calmara una tormenta y lo abandonó en cuanto mejoraron las condiciones climáticas.

"Estaban esperando que el clima se normalizara. Cualquiera que diga que estaba tratando de provocar está promoviendo noticias falsas ", dijo la fuente.

Con ello, gran parte del artículo fue dedicada a una nueva arma instalada en la fragata rusa: el novedoso aparato de interferencias óptico-visuales 5P-42 Filin. Este aparato emite unas ráfagas de potentes rayos de luz que tienen por objetivo inhabilitar al enemigo en horas oscuras del día.

Así, estos rayos son tan potentes que son capaces de cegar al enemigo e incluso causarle náuseas y desorientación. A pesar del descontento expresado por los oficiales británicos, el buque realizó todas sus maniobras de acuerdo con las normas internacionales y sin violar el derecho marítimo.   

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