Si ustedes se dan cuenta, existe en estos momentos muy poca o casi nula información sobre las caravanas y grupos que llegaron desde el 13 de octubre del año pasado a México. Por lo que se sabe, la mayoría de aquellos migrantes centroamericanos que se quedaron con el grupo más numeroso de la caravana están situados y varados en Tijuana para buscar asilo o una oportunidad para entrar al país estadounidense; algunos ya tramitaron su asilo y otros están trabajando en Tijuana o viviendo de limosnas y de la comida que se da en uno de los refugios para migrantes de la ciudad tijuanense. Pequeños o casi nulos grupos están en Chiapas, en el Bajío o se quedaron en la Ciudad de México.
Por fuentes de periódicos y prensa centroamericana, se sabe que en las redes sociales se convocó a una nueva caravana migrante el 15 de enero. En estos momentos ya están en camino hacia México, el cual servirá de trampolín, refugio o la última opción; pues como han estado las cosas, tendrán muy pocas posibilidades para llegar a su destino final: Estados Unidos.
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Partieron la noche del 13 de enero de la ciudad de San Pedro Sula, determinados a encontrar un mejor futuro y huir de la violencia de Honduras. Por lo que se sabe, esta será tal vez la más grande caravana vista hasta ahora por parte del Gobierno de Donald Trump.
México se debe preparar para este nuevo acontecimiento, pues es casi seguro que entrarán a territorio nacional de una u otra forma. La firma del Pacto de Migración Segura de la ONU, que selló en Marrakech el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, compromete al país a buscar y garantizar los derechos humanos de los migrantes y, con esto, es viable que se le dé entrada a los miles de centroamericanos que quieren llegar a EEUU.
El plan al estilo 'Marshall' que se implementó para la reconstrucción de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial y que ahora quiere implementar México para la región Centroamericana da mucha cabida a que vengan ilusionados los migrantes. Las visas de trabajo y las promesas que se han escuchado por parte de AMLO estarían garantizando un nuevo futuro para casi el 97% de todos aquellos que no puedan lograr su sueño.
¿Tenemos la infraestructura, los recursos y la oportunidad de recibir con los brazos abiertos a todos los centroamericanos, cuando ahora estamos pasando por un momento tan difícil?
La sociedad mexicana está viviendo un cambio radical con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. La gasolina es un factor que afecta al movimiento y la vida diaria y, si sumamos lo que se viene para las ciudades por las que ellos pasen, pues hará que haya un descontento parcial entre los mexicanos.
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A mi parecer, en estos momentos no tenemos los ánimos o la capacidad para recibir a miles de migrantes. El Gobierno deberá tomar una decisión muy importante en los próximos días: dejarlos entrar y volver a lo que pasó en octubre, no dejarlos entrar o buscar la ira de los mexicanos.
¿Ustedes qué piensan al respecto?
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