"Colecciono todo lo que la Wehrmacht dejó aquí, en Stalingrado (…): desde armamento hasta polvo contra piojos rusos y condones", comenta Alexandr.
El coleccionista tiene una amplia exposición de maniquís vestidos y armados con los objetos de la época.
"Las personas a quienes pertenecían los objetos, como armas, en su mayoría, fallecieron aquí [en el entonces Stalingrado]", añadió.
La batalla de Stalingrado, que duró desde julio de 1942 hasta febrero de 1943, es considerada la más sangrienta de la historia de la humanidad. Las tropas nazis y sus aliados perdieron a más de 1,5 millones de combatientes, entre muertos, heridos, prisioneros y desaparecidos. El Ejército de la URSS perdió a más de un millón de soldados.
La derrota monumental de la Alemania nazi en este enfrentamiento bélico influyó drásticamente en los resultados finales de la guerra. Tras la batalla, la Wehrmacht nunca recuperó su fuerza ni logró victorias estratégicas en el Frente Oriental.