"Austria tiene la responsabilidad compartida del Holocausto. Muchos ciudadanos austriacos tomaron parte [en él] e inclinamos nuestras cabezas en memoria de las víctimas con humildad y respeto", señaló Van der Bellen en una ceremonia de bienvenida en la residencia del presidente de Israel, Reuven Rivlin.
"Admitimos nuestra responsabilidad compartida demasiado tarde y eso causó problemas en nuestras relaciones al principio", reconoció el mandatario austriaco, según un comunicado difundido por la presidencia israelí.
El presidente indicó que su objetivo "es garantizar que los judíos de todo el mundo se sientan seguros".
"Nuestra responsabilidad como austriacos para con las víctimas del Holocausto es asegurarnos de que vivamos en paz y de acuerdo con Israel", indicó Van der Bellen.
En la ceremonia, Rivlin calificó a su homólogo austriaco de "verdadero amigo del Estado de Israel y del pueblo judío" y le agradeció su amistad.
Los dos líderes visitaron luego el Yad Vashem (Museo-memorial del Holocausto), donde Van der Bellen hizo la tradicional ofrenda floral en recuerdo de las víctimas de la matanza de 6 millones de judíos en campos de exterminio nazis.
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