"El desarrollo de los acontecimientos en el mar de Azov y el estrecho de Kerch tienen consecuencias para el espacio del mar Negro, es muy importante que Ucrania y la Federación de Rusia mantengan un diálogo —bilateral o multilateral— y rebajen las tensiones en la región", dijo Greminger en una entrevista con Faces of Democracy.
El jefe de la OSCE llamó a "aprovechar los mecanismos de distensión disponibles dentro y fuera de la OSCE".
"Un gesto de buena voluntad como liberación de los marineros detenidos y buques confiscados sería un buen comienzo", enfatizó.
El 25 de noviembre de 2018, tres barcos ucranianos violaron la frontera de Rusia al entrar en aguas rusas provisionalmente cerradas, navegando desde el mar Negro hacia el estrecho de Kerch, que conecta este mar con el de Azov.
Las embarcaciones realizaron maniobras peligrosas y desoyeron la exigencia de parar, por lo que fueron detenidas con sus 24 tripulantes, entre ellos dos agentes del Consejo de Seguridad de Ucrania, según datos del Servicio Federal de Seguridad de Rusia.
Más: "Ni sanciones ni presiones son capaces de cambiar la política de Rusia en el mar de Azov"
Moscú calificó el incidente del mar Negro de provocación encargada por el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, para ganar puntos de cara a las elecciones presidenciales del 31 de marzo.