En un tuit Stoltenberg saludó "la ratificación de hoy [el 25 de enero] del acuerdo de Prespa por el Parlamento griego, lo que es un aporte importante a la estabilidad y la prosperidad de toda la región".
"Espero mucho el ingreso de la República Macedonia del Norte en la OTAN", dijo.
En junio de 2018, Atenas y Skopie zanjaron a orillas del lago Prespa una disputa de casi tres décadas sobre el nombre de la antigua República Yugoslava de Macedonia, pactando que pasaría a llamarse Macedonia del Norte.
El 91,46% de los votantes consideró que Macedonia debe aceptar el acuerdo con Grecia y tomar el rumbo de la integración euroatlántica.
El plebiscito estuvo marcado por la baja participación, del 36,91%, inferior al mínimo necesario del 50%; no obstante, EEUU, la OTAN y la UE lo consideraron un logro.
En octubre, los parlamentarios macedonios aprobaron en la primera lectura las enmiendas a la Constitución sobre la nueva denominación del país.
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Según el acuerdo negociado con Grecia, el nacional del país se llamará "macedonio/ciudadano de la República de Macedonia del Norte", hecho que también causa descontento en el país balcánico.