La diferencia en el uso del sistema de defensa antiaérea S-400 y el S-500 es evidente para los profesionales: el Ejército utiliza el medio necesario para contrarrestar un objetivo concreto.
Uno no va a cosechar papas con una pala de oro si puede hacerlo con una pala normal, señaló el analista en declaraciones al diario Tsargrad.
El razonamiento respecto a los dos sistemas para repeler determinada amenaza es el mismo: para las tareas comunes, se usa el S-400; para repeler amenazas más globales desde el aire, se aplica el S-500.
Según Baranets, los S-400 están armados con una menor variedad de misiles diseñados para repeler amenazas específicas del enemigo. En cambio, el S-500 está equipado con más tipos de misiles, algunos de los cuales son capaces de interceptar blancos en el espacio.
Además, los sistemas se diferencian por el alcance de detección y de destrucción del objetivo.
"El S-400 detecta un objetivo enemigo a una distancia de 600 kilómetros y es capaz de derribarlo a unos 400 kilómetros. Al mismo tiempo, el sistema de defensa antiaérea S-500 lo detecta a unos 800 kilómetros y lo derriba a unos 600 kilómetros", especificó.
El sistema antiaéreo S-400 Triumf (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.
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