Para lograr este objetivo, los constructores de la fábrica de aviones Gorbunov de Kazán tomaron como base un avión de pasajeros Tu-214, construido en 2003, de la empresa aérea Dalavia que quedó en bancarrota. Luego, añadieron a la aeronave una nariz larga y afilada, como la del superbombardero. Este es el lugar donde se esconde el complejo de radar. También se probaron otros equipos experimentales.
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