"Queremos que la solución venga por el camino político", dijo Celaá en rueda de prensa, tras ser preguntada sobre la capacidad del Gobierno para actuar ante la situación de prisión preventiva en la que se encuentran varios líderes independentistas catalanes.
La portavoz gubernamental recordó que "el Ejecutivo no puede de ninguna manera interferir en el Poder Judicial" y limitó su ámbito de actuación a la política.
"El Gobierno considera que no existe ninguna otra receta; ni soflamas emocionales, ni aplicación perpetua del artículo 155 de la Constitución", dijo la portavoz gubernamental, en referencia al artículo que permite intervenir el autogobierno de una comunidad autónoma declarada en desobediencia.
En su comparecencia ante la prensa, Celaá destacó el valor que a su modo de ver tiene el traslado realizado este 21 de diciembre de la reunión del Consejo de Ministros a Barcelona.
"Lo que hemos venido hacer aquí es un acto de afecto a Cataluña y a Barcelona", dijo antes de añadir que el actual Gobierno no quiere volver a una España "centralista y centralizadora".
El desplazamiento del Consejo de Ministros a Barcelona fue respondido con manifestaciones por parte de los sectores independentistas.
A lo largo de la mañana, las manifestaciones derivaron en enfrentamientos con los cuerpos de seguridad.
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Hasta el momento, las protestas dejaron un balance de 11 detenidos y 15 personas heridas, la mayoría de ellas con contusiones de carácter leve.