"Se trata del anuncio de una nueva provocación, que es irresponsable y busca agravar la situación, mientras muchos socios de Ucrania de verdad intentan encontrar una vía para distenderla", dijo Zajárova en su rueda de prensa semanal.
Turchínov subrayó que "no se puede demorar en esta cuestión".
"Si nos paramos y damos paso atrás, Rusia cumplirá su tarea de conquistar el mar de Azov y presentará al mundo sus propias nuevas fronteras marítimas en el mar Negro, al legalizar de facto la ocupación de Crimea", dijo.
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Turchínov señaló que para la nueva travesía Ucrania invitará "a representantes de la OSCE [Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa] y otras organizaciones internacionales a que estén a bordo de nuestros buques, para demostrar a todo el mundo que Ucrania y sus marineros no infringen leyes ni normas internacionales".
El 17 de diciembre el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, comunicó tener información acerca de que Kiev va a realizar en la frontera con Crimea una provocación armada a finales de diciembre, cuando expire la ley marcial en Ucrania, y prometió una respuesta dura por parte de Rusia si Ucrania lleva a cabo esos planes.
Esos buques invadieron un sector temporalmente cerrado de sus aguas territoriales cerca de Crimea, avanzaron hacia el estrecho de Kerch realizando una maniobra peligrosa y desobedecieron a los guardacostas rusos que intentaron pararlos.
Tras el incidente, el Parlamento de Ucrania aprobó la ley marcial por un plazo de 30 días en diez de las 24 regiones del país, principalmente aquellas que son limítrofes con Rusia o están situadas en las costas del mar Negro y el de Azov.
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Por su parte, Moscú calificó el incidente de provocación encargada por el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, para ganar puntos de cara a las elecciones presidenciales del 31 de marzo de 2019.