"No, (Catar) no se retirará", comentó el canciller la posible salida de su país del Consejo.
En su lugar el emir envió al evento al ministro de Estado para Asuntos Exteriores, Sultán bin Saad al Muraikhi.
Al término de la cumbre el ministro de Exteriores de Arabia Saudí, Adel al Jubeir, declaró que Catar debe cumplir con las condiciones de los cuatro países árabes que rompieron relaciones diplomáticas con Doha para volver a ser miembro de pleno derecho del CCEAG.
Al bloqueo diplomático se sumaron posteriormente varios países más, aliados del cuarteto liderado por Arabia Saudí.
Para normalizar las relaciones, los promotores del boicot presentaron a Catar un pliego de condiciones, entre ellas, el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera, la ruptura de los vínculos con Irán y con el movimiento de los Hermanos Musulmanes, así como el desmantelamiento de una base militar turca. El Gobierno de Catar calificó de injustificado el bloqueo diplomático y de inviables las condiciones para levantarlo.