"Una persona de 65 años hoy en día tiene la forma física y cognitiva de una de entre 40 y 45 años de hace 30 años, y 75 años corresponden a la que tenía un individuo de 55 en los ochenta", explicó Niccolò Marchionni, profesor ordinario de la universidad de Florencia.
"Los datos demográficos nos dicen que en Italia la esperanza de vida aumentó unos 20 años comparando con la primera década del siglo XX, además, una gran parte de la población entre los 60 y los 75 años está en óptima forma y está privada de enfermedades por el efecto retardado de desarrollo de la lucha de contra las enfermedades y el retraso de la edad de la muerte", explicó.
Por lo tanto, los geriatras convinieron adaptar el concepto de vejez "a las modificadas condiciones demográficas y epidemiológicas".
"Y también tomando en cuenta que del punto de vista científico uno es anciano cuando le queda una esperanza media de vida de diez años", agregó.
Italia ocupa el primer lugar en la Unión Europea en cuanto a la proporción de la tercera edad.
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De los 60 millones de italianos el 22,6% tiene más de 65 años.