"No deja de preocuparnos que las autoridades de Ucrania, utilizando como cortina mediática la supuesta militarización del mar de Azov, se empeñe en instigar la tensión regional", dijo a periodistas la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
En agosto, las autoridades ucranianas arrestaron otro barco ruso, el Mekhanik Pogodin, anclado en el puerto de Jersón.
Moscú calificó las acciones de Kiev como "terrorismo marítimo" y contestó endureciendo los controles en la zona rusa del mar de Azov, que se conecta con el Negro a través del estrecho de Kerch.
El Departamento de la Guardia Fronteriza de Crimea del Servicio Federal de Seguridad de Rusia sostiene que la inspección de embarcaciones extranjeras se efectúa de conformidad con el derecho del mar internacional y no ha generado denuncias por parte de los propietarios de los barcos.
También la vicecanciller ucraniana Elena Zerkal admitió que los guardacostas rusos no violan las normas durante la inspección de barcos ucranianos en el mar de Azov.