Marchena explica en el texto que se "desmarca del pacto político" para la renovación del Consejo y defiende su "independencia".
"Jamás he concebido el ejercicio de la función jurisdiccional como un instrumento al servicio de una u otra opción política para controlar el desenlace de un proceso penal", recalca el magistrado.
Hace una semana, el Gobierno español y el Partido Popular anunciaron la renovación del Consejo General del Poder Judicial y acordaron nombrar al conservador Manuel Marchena como presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
El Consejo contaría según ese acuerdo con mayoría progresista, con 11 jueces del total de 20. Los 9 restantes serán conservadores, a propuesta del PP, incluido el propio Marchena.
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Se trataba de uno de los primeros grandes acuerdos del tradicional "bipartidismo" español desde que el PSOE llegó al Ejecutivo, aunque tras la renuncia de Marchena se ha desmontado.