Según Lubrani, la situación se empeora en particular por el hecho de que los programas humanitarios de la ONU para este de Ucrania están financiados solo al 36%, mientras que la propia crisis ucraniana "parece que haya desaparecido de los radares".
"La falta de financiamiento significa que millones de hombres, mujeres y niños resultarán privados de sus necesidades básicas", dijo.
Lubrani destacó que durante el invierno debe prestarse especial atención al 1,1 millones de personas que cada mes cruzan la línea de separación en Donbás y tienen que esperar largo tiempo para poder hacerlo, así como enfrentan el peligro de ser víctimas de bombardeos o de pisar una mina.
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Denunció también que los continuos combates en el Este ucraniano, sumido en un conflicto armado desde el año 2014, destruyen las infraestructuras civiles.