"No buscamos confrontación con Rusia… pero llevará mucho tiempo lograr mejores relaciones y, por supuesto, esto depende de cambios en Rusia en los que Reino Unido no tiene ninguna capacidad de influir", dijo el diplomático en un foro de inversión en la Cámara de Comercio ruso-británica en Moscú.
El alto diplomático señaló que este año "fue el más difícil en la historia de nuestras relaciones bilaterales, así como en las relaciones de Rusia con muchos de sus socios internacionales".
Según Bristow, "el punto de inflexión fue el ataque químico en el territorio del Reino Unido".
Londres responsabiliza a Moscú de estar detrás del envenenamiento de Serguéi Skripal, exoficial de inteligencia militar rusa, y su hija Yulia y afirma que la sustancia implicada fue supuestamente desarrollada por Rusia.
Además: "Las teorías conspirativas sobre el caso Skripal ya han alcanzado un punto crítico"
Moscú rechaza de plano todas las acusaciones.