"Hasta hace poco creí que Rusia quiere ser parte del sistema jurídico internacional y nos alegró la posibilidad de tener unas nuevas relaciones con Rusia frente a las de los tiempos de la antigua Unión Soviética, pero luego en 2008 invadió Georgia y en 2014, Crimea, hubo ciberataques y un ataque con el uso de armas químicas en Salisbury", dijo Hunt al intervenir con un discurso en el centro analítico Policy Exchange.
"Quisiéramos encontrar un modo para hacer que Rusia vuelva al sistema internacional basado en normas pero tenemos que dejar claro que si las acciones similares siguen sucediendo, Rusia pagará alto precio", subrayó el diplomático.
También rechaza las acusaciones de "anexión" de Crimea puesto que en realidad se trata de su reincorporación legítima al territorio ruso, tras un referendo en el que la mayoría de los crimeos avaló esta opción y de acuerdo con la legislación internacional y la Carta de la ONU.
Rusia intervino en el conflicto entre Georgia y Osetia del Sur para proteger a los civiles después de que el 8 de agosto de 2008 Tiflis lanzara una ofensiva militar contra su antigua autonomía causando más de 1.600 muertos entre los civiles. Moscú envió inmediatamente soldados a la zona y tras cinco días de hostilidades expulsó a las fuerzas georgianas.
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