Navegación y comunicación
Según los expertos de la Agencia, la experiencia adquirida por el Ejército de EEUU en las campañas iraquíes y afganas es claramente insuficiente para derrotar a un rival que "supera a EEUU en número de fuerzas terrestres o maquinaria bélica". No hay muchos Estados que cumplan con este criterio y sean considerados por el Pentágono como enemigo probable: Corea del Norte, China, Irán y Rusia, señala Kots.
El sistema de localización global GPS, impensable para cualquier operación importante del Pentágono, no funciona en todas partes. Las capacidades de los medios militares de comunicación de radio también se limitan seriamente por los rascacielos. Por ejemplo, el Ejército de EEUU tendría que asaltar casi a ciegas el metro del enemigo. La comunicación bajo tierra funciona mucho peor que en la superficie, mientras que la navegación por satélite es completamente inaccesible, observa el periodista.
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"Necesitamos nuevos conceptos y tecnologías de sistemas que mejoren la disponibilidad de la comunicación, su cobertura y la resistencia a las interferencias naturales y artificiales. Las soluciones basadas en tecnologías e infraestructuras comerciales civiles existentes son bienvenidas", reza el documento publicado en la página web de pedidos estatales de EEUU.
Probablemente se trata del uso de la infraestructura de comunicaciones civiles urbanas y de navegación del enemigo en su territorio por el Ejército de EEUU, por ejemplo, las torres de teléfonos celulares y los sistemas locales de localización global, analiza Kots. El DARPA enfatiza que para hacer la guerra en grandes ciudades en un territorio extranjero, el Pentágono necesita tecnologías que no estén vinculadas al GPS, resistentes a los efectos de los medios de guerra electrónica y contramedidas electrónicas.
Inteligencia y vigilancia
La Agencia está interesada en tecnologías originales de reconocimiento automático de objetivos y nuevos algoritmos de procesamiento de información, por ejemplo, para detectar a los militares armados en una multitud de civiles, para encontrar rápidamente un todoterreno del ejército en una densa corriente de autos o para revelar una posición de disparo en un edificio residencial.
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Los medios técnicos para solucionar estas tareas deben desplegarse rápidamente por pequeñas unidades del Ejército de EEUU. Y ser capaces de utilizar elementos de la infraestructura local en interés de Estados Unidos, por ejemplo, analizar grabaciones de las cámaras de vigilancia que están ampliamente instaladas en grandes ciudades.
Sistema de sistemas
En el documento de la DARPA se presta mucha atención al llamado Sistema de sistemas, una red global de alta velocidad que reúne a todo el personal militar estadounidense y aliado en el campo de batalla, la maquinaria bélica, los aviones, los drones, los satélites y otros medios de reconocimiento y destrucción.
La DARPA enfatiza que gracias al control centralizado de fuerzas y equipos, incluidos numerosos drones ligeros para diversos propósitos, las unidades relativamente pequeñas —de hasta 200 personas con armas estándar y un apoyo limitado— podrán luchar con éxito contra fuerzas enemigas muchas veces superiores. En el documento, se llama SoS-ESU, System of Systems — Enhanced small units (Sistema de sistemas — Pequeñas divisiones reforzadas, en español).
Según la agencia, "el Sistema de sistemas debe configurarse fácilmente para que los aliados puedan conectarse rápidamente a una sola red: desde unidades de las fuerzas armadas de los países aliados de la coalición hasta formaciones irregulares. Necesitamos simplificar la coordinación de sus acciones para que las diferencias culturales y lingüísticas no la obstaculicen". Trump lanza una 'guerra en el espacio' contra Rusia y China
En general, el enfoque de la DARPA sugiere que en las guerras del futuro, los estadounidenses apuestan por pequeñas unidades armadas con medios de última tecnología que operan con el apoyo activo de numerosos drones ligeros de inteligencia y de asalto.
Sin embargo, no está claro si este tipo de destacamentos serán capaces de luchar con éxito en una megalópolis, donde cada casa es una fortaleza y la superioridad técnica del atacante a menudo no importa, concluye Andréi Kots.