Laura Marrero, asesora en Género en la División de Cambio Climático del ministerio de Medio Ambiente de Uruguay, explicó a Sputnik que la relevancia de las mujeres y de los pueblos originarios en el cuidado del medioambiente se comenzó a reconocer tímidamente desde hace unos años.
"Empieza a haber una idea que en este tipo de asuntos tenemos que estar todos involucrados. El esfuerzo global para minimizar los impactos del cambio climático lo tenemos que hacer todos y todas, desde aplicar nuestros conocimientos y hasta ejercer nuestros derechos ambientales", subrayó la especialista.
"Se empieza a identificar que las mujeres tienen un vínculo con el cuidado ambiental y con la conservación de los recursos que es distinto al de los hombres, porque en algunas economías de subsistencia, por ejemplo, están mucho más cerca del cuidado del agua, de la tierra y de la producción de alimentos. Las mujeres cuentan con una sensibilidad especial relacionada con su proceso de socialización y con el rol que han asumido", señaló.
En cuanto a los pueblos originarios, validar sus conocimientos a través de una adecuación tecnológica y técnica a la realidad actual, es una medida que funciona en varios aspectos de la lucha contra el cambio climático, como en la conservación ecosistémica.
"Es por esto que es necesario revalorizar el papel de estos actores y ponerlo sobre la mesa para que los resultados sean más eficientes para el objetivo global", puntualizó Marrero.
Alerta ambiental
Las alarmas sobre el cambio climático se encendieron nuevamente luego de la publicación del informe de Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), donde llamaron a tomar medidas "rápidas y de gran alcance" para limitar el calentamiento global a 1,5 °C en lugar de 2 °C.
Según el informe, si para 2100 el calentamiento global alcanza los 2 °C, la elevación del nivel será 10 centímetros superior a que si las temperaturas se mantienen en 1,5 °C. Otra diferencia que marca esa brecha gradual es que los arrecifes de coral disminuirían entre un 70 y un 90% con 1,5 °C, pero desaparecerían completamente a 2 °C.
"Valoramos mucho la iniciativa, el esfuerzo y el hecho de poner sobre la mesa, a nivel científico con argumentos y con propuestas, la cuestión de no superar el umbral del grado y medio de aumento temperatura", concluyó Marrero.