"No consideramos que la ampliación de la OTAN favorecerá la estabilidad y seguridad en los Balcanes, ya se habla mucho al respecto", señaló el diplomático.
Bazdnikin señaló que la parte rusa se opone "por cuestiones de principio a la ampliación de la Alianza del Atlántico Norte, incluyendo la región de los Balcanes y Macedonia".
Según el diplomático, "si la situación llega al punto en que Macedonia se defina a favor de la OTAN, esto, claro está, incidirá en las relaciones entre Rusia y Macedonia".
"Pero por ahora consideramos que la situación no ha llegado a ese punto", subrayó.
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Además Bazdnikin subrayó que los ciudadanos de Macedonia respondieron con la abstención a las decisiones que se les quiso imponer desde el exterior en el referéndum del 30 de septiembre sobre el cambio del nombre del país.
Los primeros ministros de Macedonia y Grecia firmaron en junio pasado un acuerdo en el lago Prespa para cambiarle el nombre a Macedonia en medio de protestas ciudadanas en ambos países. La medida allanaba el camino para el ingreso de Macedonia en la Unión Europea y la OTAN.
"Es obvio que la mayoría de los macedonios, casi los dos tercios de los ciudadanos, no consideran que el acuerdo de Prespa entre Macedonia y Grecia es el mejor instrumento para superar las discrepancias sobre la denominación de Macedonia", sostuvo Bazdnikin.
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"El balance del referéndum ratifica que el referéndum fracasó", constató.
El embajador desveló la injerencia estadounidense y comunitaria en el proceso.
"En septiembre observamos la llegada de gran cantidad de altos funcionarios de Washington y Bruselas a Scopie que instaban abiertamente a los ciudadanos macedonios a votar a favor en este referéndum", destacó Bazdnikin.
Está claro, recalcó, que intentaron interferir en los asuntos internos de un Estado soberano.