Según apunta la Cámara de Comercio de la UE en China, el 7% de las compañías europeas piensa trasladar o ya trasladó sus fábricas a países de Asia oriental como Vietnam o Filipinas.
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De este modo esperan evadir el pago de las tarifas adicionales impuestas sobre elementos clave importados desde EEUU para su ensamblaje final en China. Así, el informe afirma que el 54% de los entrevistados considera que la guerra comercial entre China y EEUU afectará las cadenas de producción de todo el mundo.
Por su parte, la experta del Instituto chino de Economía y Comercio Exterior, Fan Ying, opina que el informe de la Cámara del Comercio de la UE en China no es objetivo y da una imagen distorsionada de las empresas en el país.
La estadística muestra que tanto en 2017 como en lo que va de 2018 las inversiones europeas en China ascendieron a los 6.670 millones de dólares y se estima que el crecimiento interanual constituya un 3,7%, de acuerdo con la experta.
"Según los datos, las compañías europeas se muestran optimistas en cuanto a las inversiones en China, tienen confianza en el mercado chino. En lo que se refiere a los problemas, es cuestión de negociaciones", señaló la economista.
Fan Ying considera que es injusto que se nieguen los esfuerzos que el país asiático está haciendo para realizar reformas y el hecho de que el clima empresarial en China está mejorando.
Los chinos esperaban cierta neutralidad por parte de la UE en la disputa comercial actual, pero los europeos decidieron aprovecharse de la situación para obtener algunas concesiones por parte de China, señaló Salitski.
De acuerdo con el analista, la inferioridad de las compañías europeas en China no se debe a barreras artificiales.
"Las compañías chinas superan a las europeas porque conocen mejor su propio mercado. Esto es precisamente la competencia leal que se necesita según los europeos y estadounidenses", sostuvo el experto.
El primer ministro de China, Li Keqiang, aseguró el 19 de septiembre a los participantes del Foro Económico Mundial en la ciudad de Tianjin que el país abrirá más las puertas a las inversiones extranjeras.
También afirmó que China no hará uso de la devaluación de su divisa para aumentar sus exportaciones. Se trabajará para reducir las tarifas de importaciones en algunas mercancías y lucharán contra las violaciones de derechos de propiedad intelectual.
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El alto mando chino también destacó que el país tiene suficientes recursos políticos para superar los problemas y seguirá manteniendo la misma política macroeconómica.