El nuevo tren se llama Coradia iLint y solo usa hidrógeno para funcionar. Gracias a ello, no emite nada de CO2. Así, el Coradia iLint ya ha entrado en servicio en Alemania, informa el servicio de prensa de la compañía.
Según explicó el director ejecutivo de la empresa, Henri Poupart-Lafarge, el nuevo tren es "una revolución para Alstom y para el futuro de la movilidad".
"El Coradia iLint da comienzo a una nueva era en el transporte ferroviario sin emisiones. Una innovación, resultado del trabajo en equipo entre Alemania y Francia, que es un ejemplo de la exitosa cooperación transfronteriza", dijo Poupart-Lafarge.
La primera región donde el nuevo tren empezará a transportar pasajeros será en la Baja Sajonia (Alemania), donde reemplazará a los trenes diésel que, de momento, prestan los servicios a los pasajeros.
Tema relacionado: El famoso Transiberiano cumple 115 años
Dos Coradia iLint operan de acuerdo con el horario fijo en la ruta de Buxtehude-Bremervörde-Bremerhaven-Cuxhaven, que cubre aproximadamente unos 100 kilómetros de distancia.
El uso del Coradia iLint no se limitará a dos trenes en la Baja Sajonia: la compañía francesa entregará 14 trenes más a las autoridades locales de la región.
El innovador tren tiene células de combustible que convierten el hidrógeno y oxígeno en electricidad, que es transferida a las baterías de litio, eliminando así cualquier emisión de contaminantes.
Más: Egipto aprueba la compra de 1.300 vagones a un consorcio ruso-húngaro
El hidrógeno se almacena en un tanque de combustible sobre el tejado del tren, que se llena gracias a una 'gasolinera' de hidrógeno móvil. Se prevé que en 2021 entre en servicio un punto de repostaje fijo.
Además, el tren es capaz de alcanzar una velocidad de 140 km/h y, con ello, su emisión de ruido es más baja de lo normal.
"La tecnología de propulsión sin emisiones de Coradia iLint ofrece una alternativa sostenible a los trenes diésel convencionales, especialmente en las líneas no electrificadas", dijo el ministro de Economía y Transporte de la Baja Sajonia, Bernd Althusmann.
Al implementar el uso cotidiano de la tecnología de células de combustible se allanará el camino para el transporte ferroviario, que en su mayor parte operará de manera ecológica y sin emisiones en el futuro.