Sobrevivientes del Comité de Huelga de 1968 pidieron al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, abrir los archivos de inteligencia y reportes militares sobre la represión en los años 1968 y 1971 durante el Gobierno del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970).
La conmemoración partió del Museo de Antropología hacia la plaza mayor del Zócalo en el corazón de la Ciudad de México, frente al Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana.
En una tarde lluviosa, los manifestantes recorrieron el céntrico Paseo de la Reforma, donde se localizan monumentos emblemáticos como el obelisco del Ángel de la Independencia, frente a la embajada de EEUU, con carteles con la frase "2 de Octubre de 1968 no se olvida".
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Instituciones independientes y de la capital saludaron la conmemoración, entre ellas la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Ciudad de México.
En la noche del 26 de septiembre 2014, un centenar de estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa en el estado de Guerrero (sur) viajaban en cinco autobuses para asistir a los actos conmemorativos que cada año se realizan alrededor del 2 de octubre en la plaza de Tlateloco.
Los estudiantes normalistas fueron atacados a balazos por patrullas policiales de cinco municipios en Iguala, 220 kilómetros al sur de la capital.
Murieron siete personas 25 resultaron heridas y 43 desaparecidas, quienes, según confesiones de acusados, fueron secuestrados y entregados a la banda del crimen organizado Guerreros Unidos.
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Según la investigación federal fueron asesinados y sus cuerpos incinerados y los restos lanzados a un río.
Familiares y organismos nacionales e internacionales rechazan esa versión, llamada "verdad histórica" por la fiscalía federal.
En los últimos cuatro años ambas conmemoraciones confluyen en diversas marchas por la capital.