Los madrileños se encontraron a primera hora de la mañana a un equipo de investigadores analizando al cachalote, de unos 15 metros de longitud y 1.000 kilos de peso, como si el estanque fuese la orilla de cualquier océano y no el centro de la península ibérica.
El propio ayuntamiento de la capital avisaba de lo que se encontrarían quienes se dirigiesen al trabajo por la mañana desde su cuenta de Twitter. Pocas horas después, el 'hashtag' #UnCachaloteEnMadrid se convertía en tendencia en la capital española.
Intentan así que la población tome conciencia del mal estado en el que se encuentran los océanos por culpa de la actividad humana. La iniciativa ha contado también con las mofas y las bromas de muchos.
Algunos echaban la culpa, en broma, a la alcaldesa de Madrid. "Dios mío, la que está liando Manuela Carmena". Lo que se pensó que era un cachalote, resultó ser una escultura. Pero el peligro que corren los océanos es bien real.
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