Este catamarán, diseñado por la Planta de Construcción de Navíos Sredne-Nevski y destacado por su amplio uso de materiales compuestos —algo inédito hasta la fecha en la construcción naval civil rusa—, hará dos recorridos al día hasta finales de noviembre.
El Grifón tiene un desplazamiento de 75 toneladas, mide 25,6 metros de eslora y 9 metros de manga.
El buque es capaz de alcanzar una velocidad de 60 km/h y viajar a una distancia de hasta 1.000 kilómetros. Aparte de eso, el catamarán puede alojar a 150 pasajeros.
Los creadores del innovador aparato esperan que su nave tenga demanda no solo en Rusia sino también en otros países, que ya tienen una buena experiencia con los barcos 'hechos en Rusia'.